Atravesar la fina línea que separa a un creativo aficionado y un creativo profesional no tiene porqué ser difícil. El elemento principal que moverá nuestras potencialidades será el para qué. Piensa y medita contigo mismo si realmente quieres convertirte en un diseñador profesional. Si éste es el fin profesional de tu vida. Pregúntate si estás dispuesto a trabajar duro para dar lo mejor que puedas. Esto es muy importante, pues sin un “para qué” nada sale adelante, y esto pasa en cualquiera de los órdenes de la vida. Preócupate del para qué, el cómo ya llegará.
Bien, una vez hayas meditado y hayas decidido que sí, que quieres ser un diseñador gráfico, llegó el momento de trabajar en dos hábitos o valores imprescindibles: La constancia y la disciplina. Ser un profesional de algo, no es un camino de rosas. Deberás adquirir conocimientos y experimentar todas las facetas que te sean posibles de esta profesión con el objetivo de enriquecerte y crecer con creador. (Con esto me refiero a trabajar en proyectos que no te agradan especialmente, leerte manuales, estar al tanto de las noticias de actualidad más relevantes… y un largo etcétera. De momento te dejo una selección de cinco consejos imprescindibles para hacer este cambio en nuestra mentalidad y en nosotros mismos como creativos:
- A partir de ahora pensaremos como diseñadores, no como simples artistas: Se acabo eso de dibujar firmas o rellenar fotomontajes con un cúmulo de pinceles “porque queda bonito”. La diferencia entre un artista y un diseñador es que el primero es libre y el segundo tiene un mensaje que transmitir, unos objetivos que cumplir, un producto que vender y un listado interminable de tareas o deberes.
- Planificación: Procuraremos planificar todo. Desde el tamaño del texto, tipografía, color, composición, disposición de elementos, incluso las zonas muertas o espacios en blanco (este es un elemento importante en toda composición).
- Siempre vamos a intentar bocetear previamente en papel. Es mucho más sencillo dibujar a mano que en un ordenador, por mucho que intenten convencernos de lo contrario. Esto que parece tan simple, nos va a aportar dos elementos muy importantes: Por un lado, tiempo. Ten en cuenta que el tiempo es oro y cuanto mejor lo empleemos más productivos seremos. Por otro lado nos aportará mucha mayor precisión y creatividad. Manipular nuestras ideas a papel es mucho más sencillo y además nos aporta mucha mayor libertad y seguridad a la hora de trabajar. Por muy buenos que seamos con las aplicaciones de diseño, ten en cuenta que llevas toda una vida dibujando a mano, mientras que con este tipo de aplicaciones llevas mucho menos tiempo. Mi consejo es que tu primer borrador esté creado a mano siempre que sea posible.
- Reuniremos toda la información posible y que nos sea de interés. Para crear una composición es necesario ser conocedor de todos sus aspectos. Necesitaremos contar con información sobre el cliente, el producto y todos los elementos que integrarán la composición (siempre intentaremos reunir todos estos desde un principio).
- Deberemos dedicarnos a nuestras creaciones con una perspectiva global. De lo que se trata es de construir nuestros trabajos como si fuesen un todo, todos sus componentes deberán converger en una unidad y deberán ofrecer un resultado final común.
El artículo De diseñador amateur a diseñador profesional: Consejos ha sido originalmente publicado en Creativos Online.